Reflexión del Carpe Diem.

    Hace unos meses decidí empezar una 'Lista de 100 cosas que hacer antes de morir'. Me pareció una excelente idea en ese momento. 100 inolvidables momentos. 100 historias que contar a familiares, amigos, o 100 historias que escribir en un blog para que mucha gente pudiera disfrutarlas conmigo.

    Unos meses después he descubirto la estúpidez del invento. No podemos planear las experiencias que marcarán las mejores historias de nuestras vidas. Las mejores historias llegan solas. Sin planearlas en absoluto. Podemos decidir tirarnos un día desde un paracaídas y, por supuesto, será una buena historia que contar. Pero no podemos elegir que una pelicula nos haga llorar, que nuestro sobrino o sobrina venga corriendo a darnos un abrazo sin motivo alguno. No podemos elegir un primer beso, un primer amor, la primera vez que vemos el mar o encontramos una forma preciosa en una nube, o las lágrimas de tu abuela cuando te ve graduarte. No se elige nada de eso. Esas cosas surgen, nacen y mueren en un momento totalmente impredecible. Esas cosas hacer que vivir tenga sentido. 

    Con esta entrada solo quiero hacer reflexionar a las personas con 'Listas de cosas maravillosas que voy a hacer'. Si verdaderamente fueran tan maravillosas no podrías planearlas, te lo digo yo, que aún no he montado en góndola, ni he nadado con tiburones, ni me he casado en las vegas. Y aún así, tengo mil historias que contar.

Azar.

Me he enamorado de un tal Azar. Ese que se esconde tras cada lágrima que sale de mis ojos, y vive en los hoyuelos que forman mi sonrisa.

Le encanta hablarme del cielo, de las estrellas y de las lunas de mis ojos. Y no sé como lo hace, que cuando se avecina una tomenta que me provocará estallar, la frena con un beso.

Y yo le hablo de héroes y princesas y me pide que baje de mis nubes, pues no hay mejores histórias que las que podamos vivir juntos. Que las vivimos.

Pero hay algo de Azar que me preocupa. Últimamente sólo habla de Casualidad. Tienen mucho en común, y en sus planes ya nunca figuro yo.

Aún así, Azar no me abandonaría nunca, pues vive en mis hoyuelos, se esconde en mis lágrimas y ama todo lo que yo soy capaz de amar, lo inimaginable y lo imprevisible.

Y aquel día la ví marchar...

Desplegó sus alas al viento con su sonrisa, desafiandolo a vencer. 

El duelo de miradas duró hasta el fin del anaranjado atardecer otoñal que nacía en su piel, su piel de fina seda rosada que iluminaba la luz de la vela. 

El fuego efímero de esta, se apagó con su suspiro, porque no podía encenderse más aunque quisiera, que quería.

Aquel suspiro, a su paso, provocó huracanes y tempestas, que se veían reflejadas en sus cristalinas lágrimas de felicidad enamorada.

Grises lágrimas tiernas que se deslizaban por sus pecas, apagando las cenizas de madera de ébano que las formaban.

Y en ese instante en que la ví sonreir con la mirada y llorar de felicidad, también la ví marchar del brazo de algún Dios afortunado, que jugaba con mi mente a hacerme creer que en algún momento fué mia. 

Y ahora me rio yo de ese Dios iluso, que cree que la puede enjaular, cuando en realidad, ella lo ha hecho con él.

Eres

Todas y cada una de las notas del pentagrama fueron creadas para brindarte a ti, y solamente a ti, la capacidad de sentir las más extrañas e inexplicables sensaciones.

Fueron creadas para crearte.

Eres la animada canción que suena cada verano en mi radio y el triste blus de un saxofonista en paro que pasea por las calles desnudas de una ciudad enmmedio de un sueño.

Eres la inspiración de los grandes y el castigo de los mártires.

Eres sufrimiento y vida. Envuelto todo en unos ojos brillantes y una piel fina, una piel casi tan adictiva al tacto como la más cara y exótica de las drogas.

Eres mi penitencia y mi libertad condicional.

Tú las esposas y yo el criminal, tú el viento y yo las alas.

Lo que duele un verso

Un verso puede ser la mayor expresión de amor que exista y a la vez, puede ser un arma letal que te destroce y te haga trizas.

Un sueño puede ser una realidad que deseas ver cumplida, y de repente, puede convertirse en tu peor pesadilla.

Tengo los ojos tan cansados que apenas puedo escribir, y a la vez, el cuerpo me pide más.

Se ha convertido en una especie de necesidad.

Creo que pocas personas entienden realmente mis entradas, y creo que pocas comparten mi punto de vista sobre la vida en general, pero que la gente conozca mi opinión, mis sensaciones, lo que siento, mi todo... ahora es casi un imperativo para mi.

Realmente no entiendo porqué escribir me relaja de esta manera tan brutal... me ayuda a evadirme, y escribo sobre lo que me preocupa, o sobre lo que trastorna mi mente en ese momento.

No esperéis gran cantidad de contenido en esta entrada porque en realidad no estoy inspirada, ni tengo algo concreto de lo que hablar, pero me apetecía ponerme a escribir, porque ahora sé que al menos un par de personas van a leerme.

En fin, no voy a extenderme mucho más, lo único que últimamente tengo claro es que un verso puede ser la mayor expresión de amor que exista y a la vez, puede ser un arma letal que te destroce y te haga trizas, y eso es exactamente lo que hoy quería dejar claro.

 

Si la vida te da limones, no seas masoca.

¿Sabes lo que es el ConRazón? La mezcla perfecta entre sentimientos y cerebro, entre corazón y razón. 

¿No tienes la sensación de que, muchas veces, tus palabras no se corresponden con tus actos? ¿De que no te entiendes ni tú? ¿De que nadie te va a entender o te entiende?

Todo eso son mentiras. Excusas y mentiras.

Seamos realistas, más de la mitad de la población ha vivido ya, exactamente, las mismas situaciones que nosotros antes, y nos empeñamos en no hacerles caso, en no escuchar, en no aprender.

Somos completamente idiotas. Hacemos de nuestras tonterías mundos, y cuanto más lo pensamos, más grande es ese planeta que hemos creado en nuestra cabeza, y más, y más y más... y al final... ¡Pum! Explotamos, lloramos, saltamos de rabia, pegamos a las cosas, nos deprimimos, deprimimos a los demás, y así siempre, siempre y siempre.

Somos adolescentes, no van a parar de pasarnos estas cosas hasta que nos demos los suficientes golpes como para empezar a reaccionar. Pero tampoco hay que ser masoquista.

Si la vida te da limones, haz limonada, no te los exprimas en los ojos para que la gente vea que sufres, eso no sirve de nada.

Así que ya sabes. ConRazón. Pensar las cosas antes de decirlas o hacerlas. Actúa siempre siendo consecuente, si no sabes, fuera de aquí.

Siente esas mariposas que recorren tu cuerpo cuando te miro. Son poesía.

Siente esas mariposas que recorren tu cuerpo cuando te miro. Son poesía.

Si te soy sincera, la poesía es todo. Sí, sí, TODO: vida, muerte, amor, fortuna, desventura, decepción, melancolía, odio, sonrisas, lágrimas, proximidad, distancia, atracción, sensibilidad, un graffiti, un borrador en sucio, inmundicia, belleza, expresión.

La vida es poesía. Poesía y teatro.

Abre los ojos, el foco te está apuntando. Empieza la función.

Recita verso a verso las palabras de tu obra no escrita, las palabras que te susurran mis mariposas. Recita las caricias. Recita los mordiscos. El cariño. La importencia. Recita mi risa junto a la tuya. Recita nuestras miradas. Recita mis besos y prometo recitar los tuyos.

Quiero sentir un escalofrío. Quiero la piel de gallina. Quiero llorar de emoción. Quiero que vivas de manera que tu obra, tus palabras, tu poesía, merezca la pena verlas, sentirlas, saborearlas.

Quiero que me enamores con tus historias. Quiero enloquecer con tus versos. Quiero morirme de ganas de comerte, y que en ese momento, me comas.

Quiero quererte. Quiero odiarte. Quiero que me quieras y me odies.

Quiero estar entre el público cuando recites, o mejor, quiero ayudarte. Sobre el escenario. Quiero ser la estrella de tu función.

Ya se, ¿qué te parece una historia de piratas? Una bella princesa secuestrada por un horrible buscatesoros. No. Mejor un musical, donde cada personaje tiene una canción. Tampoco. Improvisemos. Sí, será lo mejor. No planeemos nada. Quiero sentir miedo.