jueves, 27 de diciembre de 2012

Gracias.

Aveces no necesito ver para creer o hablar para expresar. Aveces me sobra una palabra para confiar en una persona o me basto de una mirada para expresarlo todo.

Estoy nerviosa, me meto en la ducha, y al salir me visto rápido. Se que me espera una gran noche. Corriendo, bajo las escaleras y voy hacia mi cuarto. Ele está allí, sentada, con una gran sonrisa. Enseguida le llama la atención mi vestido nuevo y solo tiene palabras bonitas para mi, palabras que me hacen santir bien, más segura. Segundos más tarde empezamos a reirnos, depilandome me he hecho un corte en la rodilla que me impide ponerme las medias por si se manchan y yo no paro de maldecir al aire para hacer que ella se ria conmigo de lo absurdo de la situación.
Apenas unos minutos después, mientras fluye la conversación, recordamos una horrorosa canción y... NARWHALS, NARWHALS, SWIMMING IN THE OCEAN... maldita sea... es inevitable cantarla cada dos minutos.
En nada, llega Raquel, que por desgracia también conoce la canción y... CAUSING A COMMOTION 'CAUSE THEY'RE SO AWESOM ... en fin... se nota que ella también es de letras.
Después de media hora de risas y canciones estúpidas decidimos que es hora de irnos, ya llegamos tarde. Pero por el camino... LIKE AN UNDERWATER UNICORN, THEY'VE GOT A KICKASS FACIAL HORN...
Llegamos a las ocho a casa de Mangel, el cual aún está en chandal y cocinando, eso hace que todas nos riamos de él, para variar.
Conforme voy entrando en la casa voy viendo caras conocidas, Blanca, Inma, Tesi, Nuria y Alba ya están allí.
Inma me saluda cariñosa, llevaba meses sin verla.
Nuria y Tesi me besan y me abrazan, y eso me hace sentir genial, las echaba de menos.
Blanca me saluda, pero no la oigo...(lógico, está afonica), y me cuenta que va vestida con una camiseta de la madre de Mangel, lo que hace que Alba, que está al lado, se ria con nosotras, me abrace y me de dos besos.
Riiiinnnnnggggg! Nos sorprende a todos la llegada de Víctor, (el cual se suponía que había empezado a prepararse a las cuatro, cosa que nos hizo suponer que vendría vestido de Drag Queen, porque tardar cuatro horaaas....) y me alegra verle allí, tan sonriente como siempre, porque a él también hacía mucho que no le veía.
Todos deciden hacer dos grupos para ir a comprar la comida que falta, unos irán al chino y otros al supermercado. En casa de Mangel solo quedemos, Mangel, Inma y yo, que aprovechamos para escuchar música, mirar videos y ponernos al día.
En cuanto llegan los demás, Ele y Alba se ponen manos a la obra. Spaggeti por allí, salsa por allá... (madre mia, que bien olía y que hambre teníamos todos).
Como no, aún faltaba alguien.
Después de que todos estuvieramos listos, vestidos y a punto de comer, el Dios Luis decide honrarnos con su presencia. ¡Parecía increíble! Y para variar, de vestido de gala nada, pero bueno, como es Luis, se le perdona.
A los pocos minutos, con la mesa ya puesta, empezamos a comer, todo tiene una pinta exquisita y huele de maravilla.
A lo largo de la cena, fluyen las conversaciones, las risas, las miradas, los...OOOOH BLANCA NAVIDAAAAD... todo me parecía perfecto, completa y absolutamente perfecto.
Cuando terminamos de cenar, recogemos la mesa para brindar, sacamos pastas, y cuando todos tenemos el licor de moras en el vaso y estamos listos, Mangel no está...
En menos de un minuto aparece en la puerta, con las manos en la espalda, y no me lo creo...
No se cómo, un minuto después estoy llorando, emocionada... sin palabras para expresar cuanto amor siento hacía las personas que me rodean, que me miran fijamente en silencio conmovidos por la escena que ellos mismos han provocado, bueno, todos menos Blanca, que ríe como siempre, y no se que decir, no se como expresar lo que siento en ese momento, lo mucho que les quiero, la ilusión que me invade...

Aveces no necesito ver para creer o hablar para expresar. Aveces me sobra una palabra para confiar en una persona o me basto de una mirada para expresarlo todo. Y yo confío en cada una de las palabras que me digan esas personas y espero haber expresado lo que debía con aquellas miradas...

Gracias a todos y cada uno de vosotros... porque se que todos tenemos nuestros roces, nuestros más y nuestros menos, nuestras discusiones y nuestras tonterías, pero al final siempre estamos juntos. Al final siempre estais conmigo, y yo estaré ahi siempre que me necesiteis, porque es lo menos que puedo hacer por personas como vosotros, que cuando nadie tenía un regalo de Navidad para mi os las apañasteis para hacermelo, y sigo sin creermelo. Y lo mejor de todo es que el mayor de regalo fué la noche en sí, desde que entré en mi cuarto y ví como Ele me sonreía hasta que salimos de esa casa (nah, en realidad nada supera la sudadera perfecta y el chocolate jajajajajaja, no, enserio, os amo por todo, a todos, sois geniales).

Gracias.